El Pleno del Congreso ha convalidado hoy el Real Decreto-Ley de reforma del mercado laboral, por 197 votos a favor y 142 en contra, a pesar de que con los 185 votos del PP sobraban a estos se han sumado CIU, UPN y Foro Asturias. La división casi obedece al esquema clásico de izquierda-derecha, del lado contrario a la reforma laboral se sitúan el PSOE, Izquierda Plural, ERC y Amaiur (de izquierda), pero también UPyD, Coalición Canaria y el PNV. El debate ha sido especialmente bronco entre la portavoz socialista,
Soraya Rodríguez, y la ministra de Empleo, Fátima Báñez, aunque el resto
de los grupos ha preferido serenar el discurso y centrarse en el
contenido del decreto-ley, que se tramitará ahora como proyecto de ley,
para poder introducir modificaciones en el texto.
Esta es la reforma “que todo el mundo sabe que hay que hacer”, ha
proclamado el presidente del Gobierno para llevar la contraria a los
portavoces de la oposición que se han opuesto con argumentos políticos y
de Derecho Laboral. Emilio Olabarría, del PNV, trató de demostrar que con esta reforma no se creará empleo ni a medio,
ni a corto ni a largo plazo, sino que supone llanamente la dotación de
unas “exorbitadas capacidades de disponibilidad de las condiciones
laborales” para los empresarios.
“Es una reforma laboral ideológica, un ajuste de cuentas de la
derecha más radical de este país contra los derechos sociales de los
trabajadores; facilita el despido y destruye empleo; no es útil ni
eficaz”. Estas expresiones de la socialista Soraya Rodríguez fueron
acompañadas por muestras sonoras de desaprobación de la bancada popular.
La ministra le respondió con la reforma laboral de los socialistas, con
los cinco millones de parados y con la consideración de “vergüenza” del
comportamiento del PSOE."Abandonen las movilizaciones y las pancartas. Nosotros en la oposición
fuimos leales y presentamos 71 enmiendas a su texto. Hagan lo mismo", le recomendó. Mariano Rajoy felicitó a Báñez por sus palabras.
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